viernes, 26 de abril de 2019

Columna de opinión

Y vamos con una nuevo género: la columna de opinión. Si la poesía fue polémica, estoy temblando con este. Se trata, no ya de juzgar las columnas según nuestra afinidad ideológica (ya tenemos bastante de eso), sino por sus méritos literarios y argumentativos.

Los dos temas propuestos son:
- Los límites del humor, sobre todo a tenor de la aparición de las redes sociales (a raíz del caso camilo de Ory y Julen)
- Los vientres de alquiler

Jorge proponía hacerla de los vientres del humor y los límites del alquiler. Hay libertad total, ¡la literatura al poder!
Antes, repasaremos un poco las características de la columna de opinión, por supuesto para saltároslas si así lo queréis.

Espero vuestras columnas con ansia.

jueves, 25 de abril de 2019

Ausencia

Ausencia

Perdonen que no me presente
hoy
sé que cubrirán mi baja semanal con talento
No les lloro por ello
les envidio con alegría

Un servidor hará lo propio con un nuevo compañero
el vacío literario compartido
una emocion de pertenencia
el presagio del camino por venir
de las sonrisas y las verguenzas
aún sin encontrar la virtud

Esperaremos el próximo día festivo de clase .

Hasta la próxima compañer@s

Yo qué hago aquí (Susi)


Yo qué hago aquí
cuando no quiero
en este autobús del infierno
año tras año sin buscar sigo buscando,
el trayecto que me distraiga, que me cure, que me salve,
de odiar la rutina, madrugar,
a la gente que sube.
Yo quiero ser libre y el instinto asesino me asusta
me molesta la noche, el día,
la falta de respeto del adolescente ebrio,
del vagabundo, el pintas, la fulana y el lado oscuro
el mismo que siento ahora dentro,
y en el trayecto solitario de una vida en llamas,
del chirriar de la tiza en la pizarra,
yo me asusto, matar quiero, morirme,
pegarme un tiro,
entonces pienso en mis hijos, mi mujer, su sexo,
me dejo llevar por mis manos,
y en ese trayecto de contagiar enfado,
yo en vida mato, vivo muriendo.

POEMA DE MIRIAM REYES
Mi padre enfermo de sueños
en el asfalto incandescente de cien mil mediodías caminados
bajo el sol en vertical
perdió sus pies
y apoyado en sus rodillas sigue buscando
el camino de vuelta a casa.
Mi padre sueña,
rendido por el cansancio,
que vuelve a su tierra y planta sus piernas y le crecen pies jóvenes
y la savia de su tierra negra le alivia el dolor de las arrugas
y resucita sus cabellos muertos.
Luego despierta en un piso alquilado a la ciudad de los huracanes de la miseria
y blasfema y maldice y no tiene amigos.
Escondido en la noche
papá llora por las certezas que lo defraudaron.
Del otro lado de su piel
mamá llora por mamá
mamá llora por su casa que ya no habita
y por paz y reposo y risa.
Papá y mamá lloran
cada uno a espaldas del otro en la cama
en el más crudo estruendoso hermoso silencio
que modula en frecuencias infrahumanas
sonidos que se articulan como palabras:
«si aquí no están mis sueños
cómo puedo dormir aquí».
Y que sólo yo escucho
con la cabeza enterrada en la almohada.
Concebida de la nostalgia
nací con lágrimas en el sexo con tierra en los ojos con sangre en la cabeza.
No soy lo que soñaron
como tampoco lo son sus vidas.



miércoles, 24 de abril de 2019

Rectificados


El búho y la caja de ratones
Cuando llegas te das cuenta de que ya has estado allí.
Confusa, te das la vuelta y
vuelves a llegar.
Cuando intentas agarrar un recuerdo del armario,
no hay armario, es un cristal que se oscurece
pero quedas allí, arañándolo.
Cuando escribes con el dedo textos nuevos
en el vaho de tu ventana
puedo verte ahí, hasta que el vaho la empaña.
Cuando todo iba bien
vivencias y recuerdos se ordenaban en melé
como ratones en una caja
yendo y viniendo, creando tu persona.
Cuando llenabas la caja, no te diste cuenta de que era de ratones.
Cuando viste al búho o te lo hicieron ver
ya te faltaban unos cuantos.
Cuando el último esté entre las garras del búho
date prisa y desde las alturas, dedica un último esfuerzo para gritar:
¡adiós mi vida, adiós mi casa, adiós a todos! Os quise y…
Y…
Porque luego no habrá nada, serás sólo caja.

¿Rubén qué Rubén?

¿Rubén, qué Rubén?
Para entender lo que digo tú sólo imagina
deslizarte en picado por las faldas
de novias pétreas, hermosas, gigantes, congeladas
y encontrarte en vez del ramo una sorpresa:
un cañón que no es de fuego, un cañón
en medio de la falda, acechando frío y quieto,
te pone la zancadilla sin hacer un movimiento.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que el cañón que antes no estaba
se te acerca corriendo de cara.
¡Sólo quiero darte un beso! Te engaña.
y al bajar la guardia, te traba.
Si no lo esquivas revientas, sin tiempo, sin alas, saltas.
Salvas la cabeza, el cuerpo por poco y la cara
pero qué desliz, llevas la torpeza calzada
algo tuyo se encalla. Un anda firme que ahora
por donde no se puede, se dobla.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
un duelo entre un garrote y una esquina
los dos se golpean con fuerza.
Una apenas lo nota,
el otro entre crujidos, se tronza.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que de hueso y tuétano fuera el garrote
que TU hueso y tuétano fueran el garrote
que blandiera el justo perdedor
de una justa de hueso, contra cañón.
Duelo perdido que acabara en quebranto
tu duelo, doliendo, te duele y mientras duela
el dolor desde nada,
sintieras cómo va subiendo por la escalera.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que un sicario de Satán te inmortaliza.
que luego te tronza el alma con un mazo
que te abre en canal, te desmiembra y te lapida
que te cura despeñándote por un barranco
que te ablanda las caderas como a un pulpo
 que de plomo hirviente te llena el ano.
¿Rubén, qué Rubén?
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que con todo ese dolor se inventara una pomada
que usara de aplicador una lima y
que en las fracturas de una tibia te la untaran.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
el dolor que cabe en dos mil dos vidas.
Pasar agarrado a tu pierna un lustro de horas
¿Rubén, qué Rubén?
Imagina, tú sólo imagina
recibir un mazazo en la barbilla
mordiendo un cuchillo de canto
 y bebiendo por el pie lava fundida.
Ese dolor yo lo he sentido.
¿Rubén, qué Rubén?
Érase una vez en un hospital un Grifo
tronchándote la tibia tres veces con una barra
descarnándote la pierna con el pico
y en los rotos con la lima, te va untando la pomada
sin hacer caso de tus gritos.
Ese dolor yo lo he sentido.
¿Rubén, qué Rubén?
Yo le dije al hechicero: mate al Grifo o máteme
¡Métale! Dijo mi padre. Le va a dar un infarto.
Usted no sabe lo que lleva su hijo dentro.
¿Cuánto pesas chaval?
Escuche, quítele la lima y máteme.
¿Rubén, qué Rubén?
Cuando pasas la línea que no sabes ni que existe
te vienen certezas que no sabes que sabes.
Yo te he visto muerte blanca, muerte salvadora,
hueles a tristeza, a impotencia y a medicamentos.
Ese dolor yo lo he sentido.
¡Está bien! Métele esto por la vena.
¡Coño ahí enfrente hay un cuadro!
el cuadro de enfrente se dobla
caigo inconsciente
dos horas.
Ese dolor yo lo he sentido,
en las fracturas de mi pierna empalada.
Por cada latido, un rascón de lima,
por cada rascón, razón perdida.
Ese dolor yo lo he sentido,
hasta dejar de conocer a mis amigos.
Cuando en medio del absurdo suena la llamada.
Hola Juan, ¿cómo estás? Soy Rubén.
¿Rubén, qué Rubén?
Sólo tengo un amigo que se llame Rubén.

El abejaruco viejo

viernes, 19 de abril de 2019

Vuelvo a colocar los poemas que retiré:


Sin saberse amar
Tras el primer beso
no se miran con amor,
se miran con embeleso.

Tras el segundo, suena una canción
y no se miran con amor,
se miran con fervor.

Al año vino el primer enfado
y no se miran con amor,
se miran con rencor.

Tras un lustro, ya se han probado
y no se miran con amor.
se miran con ardor.

A los diez, llegó el retoño
y no se miran con amor,
lo miran con candor.

A los cuarenta, baja la pasión
y no se miran con amor,
se miran con resignación.

A los cincuenta se acabó la magia.
Ya no se miran con amor,
se miran con nostalgia.

Cambiaron su canción por ciencia
y no se miran con amor,
se miran con experiencia.

Al final a uno le llega la muerte
y no se miran con amor
uno solo mira. El otro, inerte.

Tras ellos, escriben su epitafio:
Fueron dos que se miraron
y sin saberse amar,
se amaron.

La muerte viaja en globo
Mi vida empieza con un beso,
un beso largo de metal, 
que me deja sin peso.
Oye gordo ¿A dónde vas?
A una fiesta no importa a cuál.
Me pierdo y me encuentro al sol y al viento.
Caigo siempre, flaco y lento.
En la alfombra mojada me mezo.
mi viaje acaba con un beso.
Me lo ha dado un cascarón hambriento.
Oye flaco, estás blanco y arrugado.
¿A dónde vas? A matarte, cascarón.
Hoy matarte de dolor.
Mañana… aún me quedarán por dar
muchos besos.

La copa y el vaso
Se me ha roto la copa
Puse encima demasiado peso
vida, recuerdos y beso tras beso.
Cuántos remiendos cosió en mi ropa.
Se me ha caído el vaso
En él puse libres pensamientos,
llantos, rubores y lamentos.
Tiempo de indolente paso
Se me cayó el vaso y se me rompió la copa
cuántos golpes de viento aguantaron.
Quién va a ayudarme a comer la sopa.

Calculaste mal

En un mar seco casi ha caído
un ángel con un ala tronzada
Grita, colgando de su intestino
atrapado en las fauces de un hada.

¡No te quejes tanto, no te quejes tanto!
¡Pero si el hada me está masticando!
Te muerde porque no le queda un miembro sano,
los perdió en la batalla contra un ángel vano.

Lo que ahora sientes ángel, lo buscaste con creces
Solo cuelgas de una tripa, no te quejes.



Idiosincrasia
En España rige el lema:
“De todo hay que hacer siempre, un problema.”

FIN

jueves, 18 de abril de 2019

En respuesta a la propuesta
de emociones extremas


¿Rubén qué Rubén?
¿Rubén, qué Rubén?
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que un sicario de Satán te inmortaliza.
que luego te tronza el alma con un mazo
que te abre en canal, te desmiembra y te lapida
que te cura despeñándote por un barranco
que te ablanda las caderas como a un pulpo
 que de plomo hirviente te llena el ano.
¿Rubén, qué Rubén?
Para entender lo que digo tú sólo imagina
que con todo ese dolor se inventara una pomada
que usara de aplicador una lima y
que en las fracturas de una tibia te la untaran.
Para entender lo que digo tú sólo imagina
el dolor que cabe en dos mil dos vidas.
pasar agarrado a tu pierna un lustro de horas
¿Rubén, qué Rubén?
Imagina, tú sólo imagina
recibir un mazazo en la barbilla
mordiendo un cuchillo de canto
 y bebiendo por el pie lava fundida.
¿Rubén, qué Rubén?
Érase una vez en un hospital un Grifo
tronchándote la tibia tres veces con una barra
descarnándote la pierna con el pico
y en los rotos con la lima, te va untando la pomada
sin hacer caso de tus gritos.
¿Rubén, qué Rubén?
Yo le dije al hechicero: mate al Grifo o máteme
¡Métale! Dijo mi padre. Le va a dar un infarto.
Usted no sabe lo que lleva su hijo dentro.
¿Cuánto pesas chaval?
Escuche, quítele la lima y máteme.
¿Rubén, qué Rubén?
Cuando pasas la línea que no sabes ni que existe
te vienen certezas que no sabes que sabes.
¡Coño ahí enfrente hay un cuadro!
Yo te he visto muerte blanca, muerte salvadora,
hueles a tristeza, a impotencia y a medicamentos.
¡Está bien! Métele esto por la vena.
el cuadro de enfrente se dobla
caigo inconsciente
dos horas.
¿Rubén, qué Rubén?
Sólo tengo un amigo que se llame Rubén.

                                                                   El abejaruco viejo

Corrección poema Susi

Depende de ti
Te enfadas y no está en tus planes
un segundo, otra oportunidad, tic, tac
tan sencillo,
Saluda, sonríe, sé amable,
tan poco habitual.
Lo más importante: cómo pienses,
lo sabes pero no te atreves,
a veces gana la apatía,
ve más despacio, escucha, observa
respira.
Qué sensación fantástica la bondad,
serás eterno, serás faro, serás.
Tras una toma falsa, ahora va la tuya
elige ser mejor, perdona con valentía.
Si no hay drama, no hay motivo
y entonces:
¿por qué ahora eres un 9 y en diez minutos un 3?
¿rencor, desgana, suerte?
NO, eres tú quien no quiere.
Desahogo razonable, vale
acaba pronto, no lo alargues,
cámbialo o acéptalo,
y aunque te quiten el sueño, 
aunque te molesten y te frenen
recuerda: no son eternos, 
familia y amigos
Comer, beber, amar, cuidar.
Convéncete, ¿por qué dudas?
Canta, baila, disfruta.
tanto si es lunes como viernes.
AGRADECE, SONRÍE, elige bien:
tú decides.



martes, 16 de abril de 2019



Graffiti

Gordas formas como hembras de Botero,
cómo lóbulos del cerebro.
Letras deformes que no dicen nada.

(A él no le importa lo que entiendas.
Le importas un mierda)

Expresa lo que siente
y no sabe lo que siente.
Lo vomita,
no lo soporta dentro
y en la pared deja su pena,
vacío y carencias.

Perdido en su imagen
de un mundo sin perdón,
de un llanto de niño adulto.

Él no entiende al amor.
Aún no se lo han presentado
y sólo quiere que lo quieran.

Y lo grita con rabia
aunque no lo entiendas.

 José Luis

            Mamá 

Estoy preparado 
Las palmas abiertas al cielo 
También el pecho, el alma 
Quiero la luz encendida por la noche, 
Toda la noche, 
Ella llegará, por el pasillo 
por la llamada del miedo 
por la llamada inocente, temblorosa, 
de su propia carne, de su propia sangre 
me abrazará, me acariciará, 
susurrará a mis oídos, 
algún beso, un ligero baile, 
me acurrucaré buscando el calor 
buscando el latido, 
que me reconfortará 
como siempre 

así lo recuerdo 
ahora, en la cama, 
con la arena en la boca 
la piel moteada 
con los últimos alientos 

Estoy preparado 
cerraré los ojos 
pero no apaguéis la luz 
por favor 
ella llegará 
como siempre 


Rafael Mercé

Poesía

Escribiré un manual.
Escribiré un manual
para cruzar el océano;
101 maneras
para no quedarse varado
y encontrar a mano
un salvo conducto a cualquier parte.
Ahorrando la sal, el frío y la angustia
de todos los naufragios.
Sera
siguiendo a las estrellas,
a la corriente,
al viento,
al leño que flota,
al albatros,
a las islas en procesión,
nadando,
remando,
hinchando la vela
y alimentando el motor.
Siguiendo al cartógrafo
al cuadrante,
a la brújula,
al fuego de San Telmo,
a los cantos de sirenas,
y de las ballenas;
a los pasos de Colón,
de Magallenes,
Barba roja,
los fenicios
y los atlantes
siguiendo adelante
a las quimeras,
a las promesas.
¡Habrá algo!
El truco será pensar
¡Pensar!
¡No te estas ahogando!



Ayer.
Ayer mi padre abrió la boca
y salió un puente, cimentado
en recuerdos sin aristas
y sentimientos petrificados.

Nadie habló
y ninguna tos interrumpió
sus palabras

La mesa
que escuchaba
cruzó el mar
sin probar la sal

Y lo único que se mojo
fue una cara

mientras la boca
edificaba amigos
y momentos
que los presentes
habíamos olvidado,
de no ser por los puentes
que mi padre
reconstruye cada sábado.



Si me pongo a pensar.
Propusiste que lo dejáramos.
Tu estabas en una orilla
y yo al otro lado
de ese inmenso charco.

Demasiada agua
para no ahogarse
cuando se está enamorado,
dijiste.
Pero que estupidez mas grande
tenerle miedo
a un trago,
pensé
en aquel instante
ignorando
que era un trago
demasiado largo y salado

Pero tenías razón
y lo dejamos,
y si me pongo a pensar
seguimos igual,
los dos añorando
palabras
fotografías
y versos.
Nada ha cambiado.



Cruzar.
Hay sitios gigantes
que se antojan infranqueables
el océano entre ellos
pero para vivir y llegar a viejo
dirán que es mejor
quedarse de un lado
y asumir que es imposible
pero yo digo
al carajo
¡la sal hace a las cosas flotar!
¿que dios pone la sal sino quiere eso?
entonces,
¿porque no flotar al otro lado?
Sobre un leño
o envase de plástico,
sobre maletas llenas de aire,
flotadores de colores.
barcos destartalados
neumáticos abandonados,
botes superpoblados
y, cuando se hunda,
sobre los cadáveres
de los ahogados

Se me ocurren mil maneras,
pero no quedarse aparcado.

Cruzare el mar
sobre una idea
de madera, carne o plástico
y que sea la sal
o dios
quien decida
si estaba o no equivocado.



Amor y desencanto.
En dos mitades
divido al mundo,
mi vida,
y pongo al mar salado
para que escueza la herida.
pues sobre el dolor
deshago los paso
y arrebato
vellocinos,
náufragos
y el cariño
regalado.

Gadiel Alvarez Lier

Poesía
Sobre las 101 formas de cruzar un océano salado sin ahogarse
Al estilo de Anne Sexton o no.