martes, 16 de abril de 2019

Poesía

Escribiré un manual.
Escribiré un manual
para cruzar el océano;
101 maneras
para no quedarse varado
y encontrar a mano
un salvo conducto a cualquier parte.
Ahorrando la sal, el frío y la angustia
de todos los naufragios.
Sera
siguiendo a las estrellas,
a la corriente,
al viento,
al leño que flota,
al albatros,
a las islas en procesión,
nadando,
remando,
hinchando la vela
y alimentando el motor.
Siguiendo al cartógrafo
al cuadrante,
a la brújula,
al fuego de San Telmo,
a los cantos de sirenas,
y de las ballenas;
a los pasos de Colón,
de Magallenes,
Barba roja,
los fenicios
y los atlantes
siguiendo adelante
a las quimeras,
a las promesas.
¡Habrá algo!
El truco será pensar
¡Pensar!
¡No te estas ahogando!



Ayer.
Ayer mi padre abrió la boca
y salió un puente, cimentado
en recuerdos sin aristas
y sentimientos petrificados.

Nadie habló
y ninguna tos interrumpió
sus palabras

La mesa
que escuchaba
cruzó el mar
sin probar la sal

Y lo único que se mojo
fue una cara

mientras la boca
edificaba amigos
y momentos
que los presentes
habíamos olvidado,
de no ser por los puentes
que mi padre
reconstruye cada sábado.



Si me pongo a pensar.
Propusiste que lo dejáramos.
Tu estabas en una orilla
y yo al otro lado
de ese inmenso charco.

Demasiada agua
para no ahogarse
cuando se está enamorado,
dijiste.
Pero que estupidez mas grande
tenerle miedo
a un trago,
pensé
en aquel instante
ignorando
que era un trago
demasiado largo y salado

Pero tenías razón
y lo dejamos,
y si me pongo a pensar
seguimos igual,
los dos añorando
palabras
fotografías
y versos.
Nada ha cambiado.



Cruzar.
Hay sitios gigantes
que se antojan infranqueables
el océano entre ellos
pero para vivir y llegar a viejo
dirán que es mejor
quedarse de un lado
y asumir que es imposible
pero yo digo
al carajo
¡la sal hace a las cosas flotar!
¿que dios pone la sal sino quiere eso?
entonces,
¿porque no flotar al otro lado?
Sobre un leño
o envase de plástico,
sobre maletas llenas de aire,
flotadores de colores.
barcos destartalados
neumáticos abandonados,
botes superpoblados
y, cuando se hunda,
sobre los cadáveres
de los ahogados

Se me ocurren mil maneras,
pero no quedarse aparcado.

Cruzare el mar
sobre una idea
de madera, carne o plástico
y que sea la sal
o dios
quien decida
si estaba o no equivocado.



Amor y desencanto.
En dos mitades
divido al mundo,
mi vida,
y pongo al mar salado
para que escueza la herida.
pues sobre el dolor
deshago los paso
y arrebato
vellocinos,
náufragos
y el cariño
regalado.

Gadiel Alvarez Lier

Poesía
Sobre las 101 formas de cruzar un océano salado sin ahogarse
Al estilo de Anne Sexton o no.

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